En el año 1972 el arzobispo Raymond L. Lee Brennan sacerdote redentorista residía en la ciudad tailandesa de Pattaya, localizada en la costa este del golfo de Siam, a 130 kilómetros al sureste de Bangkok. Este religioso se encontraba en la parroquia de San Nicolás cuando una mañana abrió la puerta de la iglesia y encontró a un bebé que habían dejado en la parte delantera de la escalera. Así comenzó la historia de este centro.
El número de menores abandonados en la ciudad había incrementado mucho como consecuencia de la puesta en marcha de la base militar estadounidense en Sattahip. Durante la guerra de Vietnam Pattaya se había convertido en un lugar transitado por las tropas estadounidenses, y como resultado muchas de las mujeres locales dieron a luz a niños fruto de la relación con los militares americanos. De esta forma el número de menores abandonados se incrementó.
El Jefe de la Oficina del Obispo de la Diócesis de Chanthaburi Sriracha cuenta de que "los veteranos estadounidenses manifestaron su deseo de construir un orfanato en Pattaya, debido a que había muchos huérfanos hijos de soldados estadounidenses". El Obispo Victor Chandler dio entonces el visto bueno a la creación del centro que contó también con la aprobación del gobernador de la provincia.
El centro acoge a un total de 160 niños que reciben alimento, cuidado, educación y formación religiosa. Al mismo tiempo, el centro está autorizado por el gobierno thailandés para proporcionar a menores que puedan salir en adopción de acuerdo con la ley. Actualmente el orfanato funciona como una fundación que además colabora con otras ong's y recibe donaciones particulares.
La mayor parte de los niños que llegan al orfanato de Pattaya proceden de familias desestructuradas, pobres pero sólo aquellos que son abandonados y cuyo abandono puede ser demostrado, pueden salir en adopción, los demás continuarán en el centro hasta que se gradúen y sus estudios les permitan encontrar un trabajo.
Los niños reciben un seguimiento sanitario contínuo desde que llegan al centro, y aquellos que puedan padecer VIH son derivados a otros centro especializado en esta enfermedad.
Desde sus comienzos el centro está a cargo de las Hermanas de la Santa Cruz de Chanthaburi, un orfanato que fue ampliándose poco a poco para albergar a niños abandonados y para poner en marcha una escuela de sordos. Además en la actualidad el orfanato dispone de aulas, salas polivalentes, comedor, enfermería, guardería, campo de fútbol...