Primer pequeño gran paso: el Gobierno de Nepal ha suspendido las adopciones internacionales. Esta decisión ayudará en gran manera a prevenir la separación de niños de sus padres y el tráfico de menores. También hemos terminado la evaluación rápida en los 16 campos de desplazados de Katmandú: no hemos encontrado niños sin cuidado adulto, incluso los que han perdido a sus padres están al cuidado de algún familiar cercano. Esto también ayuda a prevenir el tráfico y la explotación de menores, y les ayuda a recuperarse del trauma causado por el terremoto.
La Policía patrulla y vigila los centros de acogida para mujeres, que estos días se están viendo desbordados. El Gobierno está visitando y evaluando los orfanatos, para identificar daños y asegurarse de que los cuidadores no han abandonado a los niños.
También tenemos en marcha los centros recreativos para niños, unos espacios muy simples: una lona de plástico, unos cuantos palos de bambú, juguetes, materiales recreativos y... ¡magia! Niños riendo, niños jugando, sonrisas por aquí y por alla. Hoy he ido a visitar unos de estos espacios recreativos, en el campo de desplazados situado en el centro de Katmandú: algunos ancianos se habían acercado a jugar con los niños, a contarles historias y a echar una mano a los animadores. Las madres se quedan tranquilas un rato, descansan o salen a buscar trabajo o a recoger las cosas de las casas a medio derruir.
Mis compañeros de salud acaban de vacunar a más de 500 niños, contra la rubeola y el sarampión. Han llegado ya más de 44 toneladas de suministros. Los compañeros de terreno ya han llegado a casi todos los distritos, aunque llegar a las aldeas remotas es un gran desafío, hay que caminar durante horas, incluso días, y los suministros sólo pueden llegar por helicóptero.
Seguimos agotados. Mientras escribo este artículo hay otra réplica; ya no me levanto de la silla, es sólo cuestión de segundos, pero otra vez esa sensación de terror recorriéndote el cuerpo, el tembleque de piernas, la adrenalina disparada, es extenuante. Pero las recompensas del trabajo bien hecho puede más. Mañana es fiesta en Nepal, se celebra el cumpleaños de Budha, pero todos en Unicef estaremos trabajando, como ayer domingo.
Fuente: El Mundo
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